Llegó a casa después de pasar una tarde con ella, sabiendo que lo había hecho mal, estaba cansado, pero no podía pagar su desidia con ella. Ya mentalizado, se puso a preparar el día siguiente, quedar con ella y arreglar lo que ocurrió día anterior intentando ser el tipo más encantador que pudiera, planeando que le podría decir para nada mas verla sacarle una sonrisa de su carita de ángel. Se propuso no volver a fallar, no volver a tener un mal día con ella, vigiló su aspecto, su vestuario y el lugar donde al día siguiente la llevaría, para que todo pudiera compensar una tarde desastrosa, pero poco después llego un mensaje, un mensaje que a él no le gustaría leer, era ella diciendo que había llegado el final, que no podía continuar con lo que tenían sin saber lo que realmente sentía o si seguiría evolucionando ese sentimiento hacia un futuro juntos.
No podía haber terminado más diferente la tarde, una tarde prometedora viendo a su chica terminó siendo una despedida de lo que quizás nunca debió ser.